Hace bastantes años
en Mora de Toledo, existía la tradición o costumbre, de que el último día de
recogida de la aceituna, los propietarios de gran número de olivos invitaban a
las personas que habían participado en la recogido del fruto a una comida en el
campo o una cena en casa del dueño, organizándose bailes hasta altas horas de
la noche y engalanando con ramos de olivo los carros o galeras, que días antes
habían servido para transportar el fruto desde el olivar a la almazara, así de
esta forma celebraban el final de la recolección de la aceituna y gracias a
esto apareció La Fiesta del olivo.
Esta fiesta se
realiza a finales de abril, cuando el proceso de recogida de la aceituna ha
finalizado. Actualmente ya no tiene la finalidad de antaño, ni siquiera se hace
como en sus orígenes, ya que interviene todo el pueblo en la celebración y se
hace homenaje al milenario árbol que da el fruto.
Anualmente se
proclama una Reina Mayor y otra infantil elegidas democráticamente, con sus
respectivas cortes de honor. Estas se
encargarán de representar al pueblo en esos 3 días que dura la celebración.
Por último destacar
el gran desfile de carrozas y carros que se celebra el último día, allí
interviene la mayoría del pueblo en honor a los carros y carretas que se
llevaban a la recogida del fruto.